
El mundo nos está pidiendo a gritos más permeabilidad y luz. Dejar de controlar, para poder habilitar a los otros a crecer, validar la incertidumbre y avanzar como “red”.
Antes de continuar. quisiera realizar los siguientes cuestionamientos: ¿qué puedo decir de la incertidumbre? ¿Y sobre la nueva normalidad?
Sinceramente, no tiene sentido esperar a que las cosas sean como antes porque eso no pasará. Ésta es la nueva normalidad el día de hoy. El ahora es el que mayor valor tiene, el pasado ya fue y el futuro aún no está escrito, pero dentro de sus posibilidades lo escribirá cada uno con la elección que tome en cada momento oportuno.
El problema radica en establecer cuáles serán esos escenarios para estar preparados y poder tomar las decisiones correctas y acertadas. Las mismas no son fáciles, porque requieren, visión, coraje, determinación y audacia.
Recién hace poco más de 20 años en que comenzamos a ser “humanos digitales” fuimos llenando poco a poco un espacio en monitoreo.com, también, de energía femenina como la de Illene Luisa, Sofía, Cyntia, Rosa, Marisa, Milagros y Romina (detalle no menor que me pone feliz).
Como padre de 2 hijas mujeres y de la nueva SEGURIDAD 4.0, no hay nada que me ponga más contento que el desterrar distintas creencias absurdas que veníamos arrastrando hace ya muchos años.
La nueva seguridad necesita más de la inteligencia emocional femenina que de la fuerza física propia de un paradigma en extinción.
La adaptación a los cambios ya no es efectiva, porque la velocidad y la fuerza con las cuales el mundo avanza son tan vertiginosas y tan violentas que cuando las alcanzamos ya es tarde. Nuevos cambios vuelven a producirse en un ciclo de repetición de nuevo a lo viejo, por eso lo necesario es “adelantarse” para “caer bien parado” cuando la reciente etapa estimada se produzca.
En la exponencialidad tecnológica que vivimos, hablar de incertidumbre pasa a ser lo normal.
Ahora se aceleró la perplejidad de manera exponencial, lo que nos obliga no sólo a cambiar sino a transformarnos: debemos hacer un “upgrade” a nuestra forma de ver el mundo.
Es tiempo, en esta era de valentía y de aprendizaje continuo, de amigarse con el fracaso y la incomprensión, de aceptar que el sufrimiento será inevitable para quienes no sean capaces de aprender de experiencias ajenas, y de asumir la realidad con naturalidad como parte del proceso.
¡Bienvenida la incertidumbre!
No hubo manera de zafar y se tuvieron que tomar “decisiones obligadas”. Siguiendo con lo anterior y aunque les pese a muchos, reafirmo mi postura: lo postergable se hizo urgente, y quienes aún se rehúsan a transformarse terminarán por poner fecha de vencimiento en sus negocios.
Ahora bien, para lograr consolidarnos como una red de profesionales y empresas líquidas necesitamos entender de qué hablamos cuando mencionamos las nuevas tecnologías. El conocimiento es lo que nos da la confianza para creer y también recuperar algunas “cosas del pasado” como la curiosidad, la lectura, los sueños y el esfuerzo; las que nos llevan a una nueva capa evolutiva que consiste en el trabajo entre todos, compartiendo recursos.
Así que los invito a que sumemos los términos que consideremos importantes, a abandonar la flojera, el sillón y el televisor. Es necesario que aprendamos a construir juntos, porque tengo una buena noticia:
¡Somos nosotros (haciendo la nueva seguridad) los que marcamos el cambio!
Ing. Modesto Miguez, CPP
www.monitoreo.com
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